El 4 de marzo de 2025, el Vaticano informó que el Papa Francisco sigue siendo tratado en el Hospital Gemelli de Roma tras sufrir dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda. Estos episodios, consecuencia de complicaciones respiratorias como bronquitis y neumonía, llevaron a su hospitalización el 14 de febrero.
Durante las crisis, se le aplicó ventilación mecánica no invasiva y se realizaron broncoscopias. Aunque el Papa descansó la noche del 3 de marzo, su recuperación sigue siendo incierta. Este delicado estado de salud ha renovado las especulaciones sobre su capacidad para seguir desempeñando sus funciones como líder de la Iglesia Católica.