A pocos meses de publicar su primera novela, Dalix Johanna González, estudiante de tercer semestre de Licenciatura en Literatura en Lengua Castellana del Instituto de Educación a Distancia de la Universidad del Tolima, contó acerca de su amor por la escritura y el orgullo de ser parte del IDEAD.
Nacida en Ibagué, pero desde hace años radicada en Bogotá, Dalix asegura que, con sus cuentos, puede aportar para mejorar la educación en los niños, para que tomen conciencia y se conozcan.
Está segura de que, por momentos, existe carencia de educación moral desde casa, pues al estar en difíciles situaciones, sus padres deben trabajar para mantener el hogar, y ahí es cuando un buen cuento, aparte de fomentar la lectura, es compañía.
“Estaba en un momento difícil de mi vida, el paso de mi abuelo hacia la siguiente vida, él estaba muy enfermo. Yo escribía y empecé a ver concursos de editoriales y fue cuando me presenté y pasé. Esto llegó como un regalo. Siempre me esforzaba y participaba en los concursos”, recuerda.
Cuando Dalix cumplió sus 15 años, su madre, quien por motivos económicos tuvo que irse a trabajar a Bogotá, le dijo que ya no podía seguir más en Ibagué y debía irse para la Capital, así que aquella jovencita empezó a laborar a temprana edad para ayudar al sustento familiar.
Por supuesto, nunca dejó de lado su amor por la literatura, pues luego conoció a su esposo con quien tiene sus hijos, ahora, que los ha sacado adelante y están grandes, decidió continuar su sueño e ingresar a la Universidad.
“Me siento muy afortunada de haber entrado a la Universidad del Tolima, de ir por la docencia, es la proyección que tengo a futuro, ser licenciada, alguien que vaya más allá de los cuentos infantiles, llevar el aprendizaje a los niños. Me veo en una escuela rural”.
“Mezclar la pedagogía con mis escritos sería fabuloso, los niños son importantes en la sociedad, y es deber de nosotros, a través de herramientas, cuidar de ellos. Hay niños que no creen que hay esperanza, no encuentran algo que los motive, y me parece importante iniciar esta labor”, agregó Dalix.
Son muchos los sacrificios que debe realizar en Bogotá, alternar sus dos trabajos, estar pendiente de su hogar y cumplir con sus estudios en el Centro de Atención Tutorial Suba.
“Cuando ingresé al primer semestre estaba ‘enamorada’ del estudio, no creía que la Universidad del Tolima tuviera buena acogida, la forma en que trabajan me gusta, y por eso me trasnocho, porque me apasiona y espero poder servir, como es mi filosofía de vida”.
En ascenso
Dos veces publicada en la Revista Nevermore de Tocancipá 1° y 2° Edición. Con los Cuentos: Los Taitas y La diosa francesa, y las obras poéticas: Exaltación y El vagón de los recuerdos.
Dalix González también ha sido finalista en el Concurso Marca Cundinamarca con el microcuento: Señora Mamá; coautora del libro antológico de cuento: De Anécdotas a Fantasías, obra: Despierta Guaida Terra.
Coautora del libro antológico de poesía: Siempre te amaré, obra: ¿Quién me maldijo?
Ha sido reconocida en tres ocasiones por la editorial ITA: como Autor Prolífica y revelación.
Al ser ganadora del IV Concurso de autor independiente, hace dos meses recibió la noticia de que su novela ‘Equilibrio Fracturado’ sería publicada entre octubre y noviembre.
Según Dalix Johanna, el personaje es un ingeniero nuclear que vive en una ciudad donde todo se mueve con la planta, pero alrededor hay sucesos que tienen que ver con la salud mental. Esto lleva a afectar a otras personas, incluso llevarlos a una tragedia. Una historia que, como cuenta su autora, pondrá a muchos a reflexionar.
Con las revistas que cuenta el Instituto de Educación a Distancia, una de ellas Entrelíneas, Dalix Johana publicar en la nueva edición, en esta ocasión con ‘La Escriba’, un cuento de dos páginas, el cual es resultado de unas clases vistas en la Universidad.
Dalix también escribe poesía, pero en un principio decidió escribir bajo el seudónimo ‘Sultana de Letras’, como aparece en su perfil en Instagram. Escogió ese nombre debido a que le encantan las novelas turcas y no quería que supieran que ella era quien escribía los poemas.
“Me ocurrió algo muy gracioso, mis amigos pensaban que estaba mal con mi matrimonio; incluso una amiga psicóloga me preguntó por lo que publicaba en redes, así que les conté que estaba escribiendo. Ya se me quitó el temor de que me lean como Dalix”.