En un esfuerzo por revitalizar el espacio público, la carrera Tercera se convertirá en un punto clave para vendedores informales con confianza legítima, quienes tendrán la posibilidad de trabajar desde la calle 15 hasta la 13.
Sin embargo, medidas restrictivas estarán en vigor desde la calle 13 hasta la 10, canalizando la actividad comercial hacia las plazoletas de la biblioteca Darío Echandía y Santa Librada; es decir, estas tres cuadras en mención no están autorizadas para que sean ocupadas por los vendedores informales.
En lo que resta de diciembre, 25 efectivos de la Policía Metropolitana de Ibagué, 15 funcionarios de la Dirección de Espacio Público, y algunos integrantes de la secretaría de Movilidad, velarán por el orden en el sector.
«Se adelantaron mesas de trabajo con representantes de los vendedores informales para llegar a un acuerdo sobre la ocupación del espacio público, queremos llegar a un equilibrio entre los controles que realizamos desde la administración y la actividad económica que desarrollan los comerciantes informales para que todos se vean beneficiados y se genere cultura ciudadana», destacó Juan Diego Prada, director de Espacio Público.