En una audiencia histórica, nueve exintegrantes de las FARC reconocieron su responsabilidad en delitos cometidos contra más de 180.000 personas en el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca, entre 1993 y 2016.
Este reconocimiento se dio en el marco de los procesos de justicia transicional, donde los excombatientes aceptan su participación en hechos de violencia, desplazamiento forzado y otros crímenes de guerra, como parte de los compromisos adquiridos durante el Acuerdo de Paz.
Las víctimas presentes en la audiencia calificaron el hecho como un paso importante hacia la verdad y la reparación, aunque señalaron que aún queda un largo camino para que se haga justicia plena y se reconozcan los daños sufridos.
Para la justicia transicional, este tipo de audiencias son esenciales porque permiten documentar los hechos, esclarecer responsabilidades y construir memoria histórica, en un país que aún lidia con las secuelas de décadas de conflicto armado.
El caso también abre la puerta a nuevas medidas de reparación simbólica y material, y refuerza la importancia de que los excombatientes cumplan con sus compromisos de verdad, reparación y no repetición.