Las Fuerzas Armadas de Guinea-Bisáu anunciaron que han asumido el “control total” del país y ordenaron la suspensión inmediata del proceso electoral, apenas tres días después de celebrados los comicios generales cuyos resultados aún no habían sido divulgados.
En un comunicado difundido desde el cuartel general, el denominado Alto Mando Militar para la Restauración del Orden informó que asume “la totalidad de los poderes del Estado”. La declaración incluye la suspensión de instituciones públicas, el cierre de fronteras y del espacio aéreo, así como la imposición de restricciones a los medios de comunicación.
El golpe se produce en medio de una fuerte disputa política: tanto el presidente saliente, Umaro Sissoco Embaló, como su principal contendor, Fernando Dias da Costa, habían reclamado la victoria electoral sin que la autoridad electoral publicara resultados oficiales.
La crisis abre un nuevo capítulo de inestabilidad en el país, históricamente marcado por tensiones entre el poder civil y los mandos militares. Se espera que en las próximas horas organismos internacionales reaccionen ante la ruptura del orden constitucional.
