El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó su profunda preocupación por el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela. Lula aseguró que planea abordar el tema directamente con su homólogo estadounidense, Donald Trump, para buscar un entendimiento que evite tensiones en la región.
“Me preocupa enormemente esta concentración de fuerzas. No quiero que lleguemos a una invasión terrestre”, afirmó el mandatario durante una rueda de prensa, subrayando la importancia del diálogo por encima del uso de la fuerza. Para Lula, los problemas políticos no se resuelven con armas, sino mediante la diplomacia y la negociación.
La advertencia de Lula refleja la creciente inquietud en América Latina frente a movimientos militares que podrían desestabilizar la región. Según él, la zona debería mantenerse como un espacio de paz y cooperación, donde los conflictos se resuelvan por vías políticas y no por la intervención armada.
El presidente brasileño también ha expresado su disposición a que Brasil juegue un papel de mediador, buscando mantener la estabilidad y proteger los intereses de los países vecinos. Para Lula, la prioridad es garantizar que las tensiones internacionales no se traduzcan en riesgo para la población ni en escaladas que afecten la paz regional.
Esta postura se suma a un llamado más amplio de América Latina a favor del multilateralismo y del diálogo como herramienta principal para resolver conflictos internacionales, reafirmando el compromiso de los líderes regionales con la paz y la diplomacia.
