«Latinoamérica y África estamos en una posición de ventaja natural en el potencial de energías limpias»: Gustavo Petro

  • En entrevista para el medio brasileño Sumauma, el mandatario colombiano dijo que la dependencia económica del continente hacia el carbón y el petróleo “le ha impedido a América Latina hacer el tránsito» hacia la descarbonización.

El presidente Gustavo Petro Urrego aseguró que hacer el tránsito hacia las energías limpias “es mucho más fácil para Latinoamérica que para Europa, los Estados Unidos o la misma China. Nosotros estamos con África en una posición ventajosa de tener la potencialidad de las energías limpias como ningún otro lugar del mundo».

En entrevista para el medio digital brasileño Sumauma en el marco de la COP28 en Dubái, el mandatario dijo que “esa gran ventaja natural de tener la potencialidad de las energías limpias como ningún otro lugar del mundo es lo que nos debería llevar a las grandes transformaciones económicas».

Para avanzar hacia esa economía descarbonizada, cree que en Latinoamérica se debe plantear esa pregunta de un mundo sin petróleo.

“¿Cómo será Venezuela en un mundo sin petróleo? Es interesante desde el punto de vista de la discusión entre las fuerzas políticas venezolanas de oposición y de gobierno, porque sería la posibilidad del escenario de un Pacto Nacional hacia adelante. Pero esta misma pregunta hay que hacerla en Bolivia, en Perú, en Brasil, en México y en la mayoría de nuestros países», cuestionó.

Este mismo debate tiene lugar en Colombia, afirmó el mandatario.

“Es la misma pregunta que nos hacemos en Colombia. Me atreví a plantearla en el escenario electoral con buen resultado porque la mayoría de la población respaldó nuestra posición de transitar hacia una economía descarbonizada en Colombia, que es la segunda potencia de la biodiversidad en el mundo».

Reconoce que es un debate que no debería tener un solo lado ideológico y que deben ser las nuevas fuerzas políticas quienes lo impulsen.

“Las respuestas parecen que no están hoy en manos de la izquierda tradicional, tampoco están, indudablemente, en las derechas que son casi todas negacionistas, pero está en manos de las nuevas generaciones y de las nuevas fuerzas sociales de Latinoamérica que tienen que plantearse el gran potencial de esta región que es la potencia de la vida», sostuvo.

Ese cuestionamiento sobre la vigencia de una economía basada en el carbón, el petróleo y el gas ya lo vienen haciendo los países petroleros del Medio Oriente, indicó.

“Para un país que ya está en la OPEP como los Emiratos Árabes Unidos, que es una especie de artificio para el gran capitalismo mundial desde el punto de vista del turismo para ricos, ya hay una conciencia árabe de la necesidad de una transición.

Unas respuestas a un gran interrogante: ¿cómo serán las sociedades árabes petroleras en un mundo sin consumo de petróleo? Y creo que aquí debe haber, y ya lo vimos en los discursos de los dirigentes árabes, una discusión indudablemente, pero unos pasos audaces hacia lo que será una sociedad árabe sin petróleo».

Una CO​​P30 liderada por Brasil

​El presidente Petro considera que el liderazgo hacia una economía descarbonizada puede ser liderado por Brasil y su mandatario, Luiz Inacio Lula Da Silva.

“Yo creo que Lula tiene la voluntad de probar cómo Brasil puede transitar hacia las energías limpias. No es difícil en el fondo para los país latinoamericanos».

Insistió en que debe ser “un nuevo progresismo el que tiene que avanzar en nuestro continente para construir esta economía. Si la miramos extrapolando hacia el futuro, implica un cambio en la correlación del poder mundial y un cambio de relaciones sociales de la producción».

Así como el potencial de los países africanos, cada país de Suramérica tiene su propia riqueza para aportar en esta transición energética, explicó el presidente colombiano.

Si miras Paraguay y Uruguay, ya tienen matrices cien por ciento limpias sin haber pensado en el problema, solo por su potencialidad natural. Para Argentina y para Brasil dar ese paso hacia el cien por ciento no es difícil, el problema es más mental, es más de audacia en dar los pasos para un deslinde definitivo del petróleo, del carbono y del gas».

Y reitera el rol de las nuevas generaciones progresistas:

“Es lo que nos debería llevar a las grandes transformaciones económicas y ese papel yo creo que le corresponde a un nuevo progresismo, muy juvenil, muy de la diversidad latinoamericana misma, muy de los pueblos indígenas precolombinos, muy de lo que yo llamaría las nuevas ciudadanías que están pensando en cómo podrían vivir en un mundo donde, si no se hacen las transformaciones, simplemente no podremos vivir».

 

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