¡La UT construye en colectivo! Finaliza la revisión del Estatuto Disciplinario Estudiantil con Enfoque de Género e Interseccional

Como parte de los compromisos adquiridos en el marco de la Emergencia por Violencias Basadas en Género, culminó este martes 17 de junio la fase de revisión del proyecto de Estatuto Disciplinario Estudiantil con Enfoque de Género e Interseccional por el Comité para el estudio, observación y veeduría del proyecto de acuerdo mediante el cual se transforma la reglamentación disciplinaria estudiantil, y se actualiza el protocolo de atención a violencias basadas en género (VBG).

Este proceso, contemplado dentro de la hoja de ruta socializada en el Consejo Superior Ampliado, se desarrolló de manera participativa y rigurosa a lo largo de siete sesiones de trabajo sostenidas entre el 27 de mayo y el 17 de junio. En él participaron activamente representantes estudiantiles, profesoras, integrantes de colectivos feministas, coordinación y equipo de la Unidad de Género, representantes del Comité de Asuntos de Género y Diversidades (CAGyD), representantes de Control Interno Disciplinario y de la Dirección Universitaria, entre otros actores.

Para la profesora Ana María Castro, este fue un trabajo extenso y riguroso, en el que toda la comisión se comprometió de manera juiciosa. Las personas que la integraron se reunieron dos veces por semana, durante jornadas de casi seis horas cada una, para revisar punto por punto el Estatuto. Analizaron su coherencia interna y se aseguraron de que respondiera tanto a los principios orientadores como a las necesidades urgentes derivadas de la emergencia por violencias basadas en género en la Universidad.

“Yo creo que es un documento que quedó muy bien (…). El trabajo de incluir un enfoque de género y un enfoque interseccional también es una apuesta institucional importante. Se trata de dejar una norma que nos brinde un horizonte, pero que, sobre todo, nos permita reconocer en qué otras áreas debemos seguir trabajando, especialmente en prevención, formación y sensibilización. Toda la comisión tiene muy claro que la norma debe existir, que los asuntos disciplinarios deben estar contemplados, pero que ese debe ser el último recurso. Debemos prevenir que estas situaciones ocurran, para no tener que llegar a lo que establece el Estatuto Disciplinario”, enfatizó la profesora Ana María. 

Construcción colectiva

La instalación formal del Comité para la revisión del Estatuto Disciplinario Estudiantil tuvo lugar el 27 de mayo, fecha en la que también se definió la metodología de trabajo y se inició la revisión artículo por artículo del proyecto. Desde entonces, se desarrolló un análisis técnico, académico y normativo que permitió ajustar el documento. Este proceso se consolidó como un espacio de encuentro significativo entre diversas voces, comprometidas con la construcción colectiva de un marco normativo más justo, inclusivo y garantista.

De manera paralela, entre el 22 de mayo y el 5 de junio, se abrió un espacio para la participación de la comunidad universitaria a través de la publicación del proyecto y la recepción de observaciones. Durante este periodo se recibieron dos propuestas formales, las cuales fueron incorporadas al proceso de discusión.

“Fue un proceso largo, con debates intensos y múltiples visiones provenientes de estudiantes, docentes y personal administrativo. A pesar de las diferencias, logramos construir acuerdos que permiten actualizar el régimen disciplinario, haciéndolo más coherente con las realidades y necesidades actuales de nuestra comunidad estudiantil”, expresó Rafael Gallego, representante estudiantil ante el CAGYD.

A su vez, Paula Millán, representante estudiantil de la Facultad de Ciencias Humanas y Artes, y líder feminista, destacó:

“Creo que fue un proceso desafiante, pero muy valioso. Nos permitió tener discusiones profundas que nos llevaron a construir consensos. Logramos converger distintas miradas sobre cómo debe ser la convivencia universitaria, cómo abordar las violencias basadas en género, y la importancia de incorporar un enfoque étnico y diferencial que reconozca a las comunidades históricamente excluidas. Este espacio fue, ante todo, una oportunidad para encontrarnos, construir colectivamente y definir de manera consensuada cuál es el horizonte hacia el que debemos trabajar como comunidad universitaria”.

El proyecto de Estatuto Disciplinario Estudiantil será presentado ante una comisión del Consejo Superior Universitario para su estudio y eventual aprobación. Con este propósito, se designó una subcomisión encargada de exponer ante dicho órgano las observaciones construidas colectivamente durante el proceso de revisión del proyecto de acuerdo.

Esta subcomisión estará conformada por dos representantes de los consejos de facultad, una representante del Comité Académico de Género y Diversidades (CAGyD), una delegada de la Asamblea Feminista y dos profesoras, quienes asumirán el diálogo con el Consejo Superior, velando por que las voces y aportes recogidos en el comité sean escuchados y tenidos en cuenta en la decisión final.

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