Un nuevo caso ha generado polémica en el sector agropecuario: Juan José Lafaurie Cabal, hijo de los reconocidos políticos María Fernanda Cabal y Juan Fernando Lafaurie, presuntamente se hizo pasar por un “pequeño productor” para acceder a subsidios de Finagro por $400 millones.
El hecho llama la atención, ya que el propio Cabal padre ha declarado públicamente que “no cree en los subsidios”, mientras su hijo habría recibido créditos destinados a apoyar a campesinos y productores rurales con menos recursos.
Fuentes del sector aseguran que los subsidios entregados por Finagro están diseñados para garantizar acceso a créditos y asistencia técnica a pequeños productores, y que los recursos deben ser transparentes y correctamente auditados. El caso ha abierto un debate sobre la posible doble moral en la política y el acceso irregular a fondos públicos.
Hasta el momento, ni Juan José Lafaurie ni Finagro se han pronunciado oficialmente sobre estas acusaciones, aunque analistas del sector agrícola consideran que si se confirma el mal uso de los subsidios, podrían activarse procesos legales y sanciones administrativas.
Este caso reabre la discusión sobre la transparencia en el uso de fondos destinados a campesinos y la responsabilidad de las familias políticas de velar por el correcto manejo de los recursos públicos.
