Durante la ceremonia de imposición de condecoraciones al personal de la Fuerza Pública que participó en la Operación Perseo, el presidente afirmó que la incautación es el instrumento central para debilitar a las organizaciones narcotraficantes en Colombia y perseguir a sus jefes, a quienes calificó como responsables de “llenar de sangre el territorio colombiano».
El mandatario dijo que la estrategia tiene dos componentes básicos: por un lado, la acción directa del Estado contra las finanzas ilegales. “Capturar bienes, capturar capos e incautar cocaína es la mitad de la estrategia», afirmó, enfatizando que los narcotraficantes “quieren vivir en medio del lujo, rodeados de la codicia», y que esto conduce a que la afectación de su estructura económica sea un golpe determinante.
Al respecto, anunció que en los últimos dos años se han dado las cifras de incautación más altas de la historia, e indicó que los resultados han presionado la capacidad operativa de las estructuras ilegales. “La incautación de cocaína es la más alta del mundo, del pasado de Colombia y de todo el pasado del mundo», aseguró. Agregó que estos avances ya se reflejan en la tendencia reciente: “Si aumenta la incautación y las hectáreas se estancan, no crecen o disminuyen, los narcotraficantes tendrán cada vez más problemas».
El presidente reconoció el impacto de las acciones judiciales en los últimos años contra cabecillas del narcotráfico. En su intervención, afirmó que “hemos capturado capos, casi 700… (de los cuales) 500 han sido enviados a Estados Unidos y 200 más a otros lugares del universo», y reiteró la necesidad de mantener esa presión sobre las redes de mando de dichas organizaciones.
A su vez, explicó que la segunda mitad de la estrategia recae en la alianza con los campesinos, pues se han sustituido “25.000 hectáreas», y contrastó este proceso con los resultados de la erradicación forzada. “Las erradicadas forzadamente se vuelven de nuevo campos de cultivo de hoja de coca. En cambio, las sustituidas voluntariamente se vuelven cultivos lícitos», afirmó, al insistir en la importancia de “ganarse al campesinado» como socio central del Estado.
En relación con las operaciones en curso, el mandatario declaró que los líderes de las organizaciones narcotraficantes deben ser enfrentados sin excepción. “Los capos deben ser perseguidos hasta el final», señaló, y agregó que la persecución se hará con todos los recursos disponibles: “Donde inteligencia ubique capos armados… será perseguida por tierra, mar y aire».