Hay lugares que no solo brindan atención en salud… también construyen historias, abrazan comunidades y se convierten en hogares para quienes los habitan cada día.
Nuestro hospital nació del compromiso, del trabajo hombro a hombro y del sueño de ser un lugar donde cada persona fuera recibida con dignidad, respeto y humanidad.
Con pocos recursos pero con un enorme corazón, se empezaron a escribir las primeras páginas de este camino que hoy sigue creciendo.
A lo largo del tiempo, cada profesional, cada equipo y cada servicio ha aportado a un legado que no deja de fortalecerse. Un legado impulsado por líderes que han creído en este proyecto, que han luchado por su bienestar y que han asumido el reto de construir el mejor hospital para la región.
Hoy, este lugar representa más que un centro de salud: Es un espacio que une, que forma familia, que inspira sentido de pertenencia. Es el segundo hogar de quienes trabajan con entrega y amor por el servicio.
Es un símbolo de cuidado, esperanza y compromiso con la comunidad.
Seguimos convencidos de algo: Somos un hospital fuerte, humano y comprometido con ser el mejor para nuestra gente.
Aquí se construyen vidas. Aquí se siente la familia. Aquí se cuida con el corazón.
