- “Pareciera que la cooptación política es el mecanismo, el puente, que permite la cooptación criminal».
- Al referirse a la reforma a la justicia, el mandatario dijo que “una justicia que se base en la verdad nos conduce, no a la violencia como sería la justicia la venganza, sino a la paz».
El presidente Gustavo Petro aseguró que la elección de la nueva fiscal General, Luz Adriana Camargo, fue un proceso intenso y recordó que este organismo ha sido cooptado por los ilegales, por lo que “independizar la Fiscalía de la política y del crimen se vuelve fundamental».
En la posesión de la magistrada de la Sala de Descongestión de la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia, Marirraquel Rodelo Navarro, en la Casa de Nariño, el jefe de Estado manifestó que la Fiscalía, en su historia, ha sido cooptada por grupos criminales y que también lo han hecho con secciones institucionales del Estado.
“Pareciera que la cooptación política es el mecanismo, el puente, que permite la cooptación criminal», anotó.
Sin entrar en detalle, el Presidente reveló que se dio un golpe a una banda de contrabandistas, que fue un propósito que se trazó desde antes de tomar posesión como jefe de Estado.
Enfatizó que hoy el contrabando es la otra cara del narcotráfico y “hace parte de las organizaciones multicrimen» para el lavado de los activos producto de la cocaína.
Esto, según explicó, las organizaciones multicrimen, “ha sido capaz, por tanto, de cooptar numerosas instituciones públicas y ponerlas a su servicio».
El mandatario insistió en que la Fiscalía, además de tener potencia tecnológica e inteligencia artificial, lo que requiere es sistematizar la investigación.
Recordó que como congresista aplicó este esquema de sistematizar, lo que le permitió, poner en evidencia la denominada parapolítica. “¿Por qué había impunidad en ese momento? Porque cada crimen, cada delito se investigaba por separado», enfatizó.
“Solo había un testigo, que generalmente mataban, o no había, entonces se archivaba. Lo que hice, siguiendo la tesis del padre Javier Giraldo, fue recoger varios procesos archivados en una región, leerlos juntos y aparecía la verdad, verdad que después desarrolló, profundizó y confirmó la Corte Suprema de Justicia en el famoso proceso de la parapolítica».
Reiteró que se “puede dar una garantía de una lucha, de una pelea, para separar la Fiscalía completamente de cualquier sospecha de intimidad, de incesto, con el crimen en cualquiera de sus acciones y abordar la lucha contra la impunidad, y la lucha contra la impunidad es la misma lucha por la verdad y, por tanto, es una base fundamental de la paz».
La verdad, base de la reforma a la justicia
El presidente se refirió a la reforma a la justicia que requiere el país.
Sustentó que durante años “la justicia penal se ha centrado, cada vez más, en lo que se denomina el punitivismo, es decir, en pensar que es a partir del castigo, la pena, la cárcel y —yo diría— el látigo, incluso la muerte en el caso colombiano, como se resuelve la delincuencia».
“Que si hay un tribunal de justicia, que si hay un código, que si hay un pensar racional sobre el delito, sobre el crimen, sobre cómo combatirlo, el punitivismo es casi la similitud con aquella asamblea popular en Francia que pidió quitarle la cabeza al rey», anotó.
Manifestó que “si uno mira eso desde otra perspectiva, la gente que tomó esa decisión muy popular, se estaba era vengando».
“La justicia no puede ser venganza», enfatizó y explicó: “Si se gravita alrededor de la venganza, la utilización política de la justicia está a la mano de cualquier facción, la usa contra la otra facción, llámense como se llamen, y de ahí sigue un círculo permanente de venganzas».
Insistió, entonces, en que “nosotros creemos que lo que debe buscar la justicia —es nuestra apuesta—, la verdad».
“La verdad no se puede utilizar como venganza, sino al contrario, la verdad debe ser el instrumento fundamental para la restauración de la víctima», dijo.
Añadió que “una justicia que se base en la verdad nos conduce, no a la violencia como sería la justicia la venganza, sino a la paz».