El sector agropecuario colombiano continúa mostrando cifras de crecimiento alentadoras, con un aumento sostenido en sus envíos al exterior. Sin embargo, según AmCham Colombia, el panorama hacia 2026 presenta retos importantes que podrían frenar su impulso.
Los últimos datos disponibles muestran que entre enero y abril de 2025 las exportaciones agrícolas hacia Estados Unidos superaron los 2.000 millones de dólares, lo que se traduce en un crecimiento cercano al 43 % frente al mismo periodo del año anterior. 
Además, incluso frente a un contexto internacional complejo —con nuevos aranceles globales y cambios en el comercio exterior—, la agroindustria nacional ha logrado mantenerse competitiva: según AmCham, el 56 % de la oferta exportable del sector conserva “oportunidades altas o medias–altas” para crecer en EE. UU. 
No obstante, esos buenos resultados no eximen los desafíos. El organismo advierte que la coyuntura internacional —con tensiones comerciales y aranceles recíprocos— obliga a los exportadores a adaptarse, fortalecer la competitividad, cuidar la calidad, la trazabilidad y diversificar mercados. 
Además, un informe reciente proyecta que si estos factores no se manejan adecuadamente, podrían impactar no solo los volúmenes de exportación, sino también la generación de empleo y la inversión privada en el sector. 
Para la directora ejecutiva de AmCham, María Claudia Lacouture, estos resultados confirman que el agro colombiano “no es un discurso, sino una realidad con impacto productivo y social”. Pero, advierte, “más que cifras, lo que hace falta es estrategia, estabilidad y políticas que fortalezcan al campo de cara al futuro”.