¿Es más dañino? Este es el impacto ambiental que genera la preparación de alimentos con leña

La utilización de leña para cocinar es una tradición arraigada en muchas culturas, especialmente en zonas rurales y en países en vías de desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el uso de combustibles sólidos como la leña en cocinas de hogar genera una gran cantidad de contaminantes peligrosos” (OMS, 2018). Estos contaminantes incluyen partículas finas (PM2.5), monóxido de carbono y compuestos orgánicos volátiles, que pueden tener efectos severos en la salud humana. Se estima que más de 3 mil millones de personas en todo el mundo dependen de la leña y otros combustibles sólidos para cocinar y calentar sus hogares, lo que resulta en aproximadamente 4 millones de muertes prematuras cada año debido a enfermedades atribuibles a la contaminación del aire interior (Smith et al., 2014).

La contaminación del aire por cocción con leña es un problema de salud pública global. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) advierte que “las estufas modernas de gas y electricidad son mucho más eficientes y emiten menos contaminantes que las de leña” (2020). Además, el uso continuo de leña contribuye a la deforestación y a la degradación del suelo, exacerbando los problemas ambientales.

Por lo tanto, se hace un llamado a la comunidad universitaria para que explore alternativas más sostenibles y saludables para la preparación de alimentos en eventos. Opciones como el uso de estufas eléctricas o de gas pueden reducir significativamente la emisión de contaminantes. Como comunidad académica, tenemos la responsabilidad de liderar con el ejemplo y adoptar prácticas que promuevan la sostenibilidad y el bienestar de todos.

Además, se debe tener en cuenta que el humo producido por la combustión de la leña puede agravar las condiciones respiratorias de personas vulnerables, como aquellos con asma o enfermedades pulmonares crónicas. “La exposición al humo de biomasa está asociada con un aumento significativo en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares” (Smith et al., 2014).

La invitación es a unirse en la búsqueda de prácticas más seguras y sostenibles. Al hacerlo, no solo se protege la salud y la del ambiente, sino que también nos aseguramos de que nuestras tradiciones puedan perdurar de manera responsable y consciente. Mientras celebramos nuestras tradiciones y disfrutamos de la comunidad que hemos construido, recordemos la importancia de cuidar nuestro entorno y la salud de todos los miembros de nuestra universidad. Con pequeñas acciones y cambios, podemos hacer una gran diferencia.

La presente comunicación es producto de la reflexión de aula del curso Proyectos Ambientales durante del semestre A-2024, bajo la orientación de la profesora Sonia Giraldo Pérez.

Fuente: Universidad del Tolima

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