“Estar en el área de ambulancia me ha enseñado lo frágil y valiosa que es la vida. He acompañado a amigos, familiares y vecinos en momentos que tocan el alma. En los días más duros del COVID entendí que, aun con dolor, la fuerza nace del compromiso y del amor por las personas. 
Este camino me ha unido a personas que han dejado huella, que han sido guía y luz cuando más se necesita.
He llegado a cada rincón del municipio llevando salud, esperanza y una mano que acompaña. 
Y mientras avanzo, también veo cómo nuestro hospital crece, se transforma y se convierte en un referente para todos. 

Por eso mi orgullo es inmenso: aquí no solo trabajamos… aquí tocamos vidas y dejamos corazón en cada paso.
”
