El Gobierno nacional lanzó una nueva estrategia para erradicar cultivos ilícitos en Colombia que combina tecnología, precisión y seguridad para las comunidades: la aspersión terrestre con drones. Este método permite aplicar herbicida directamente sobre los plantíos de hoja de coca, evitando los riesgos asociados a la aspersión aérea tradicional.
A diferencia de los aviones tripulados, los drones operan a baja altura, bajo el control visual de operadores capacitados, lo que minimiza la dispersión de químicos, protege cultivos lícitos y fuentes de agua, y reduce los riesgos para quienes viven cerca de las zonas intervenidas. Estos equipos pueden cubrir hasta una hectárea en aproximadamente media hora, lo que permite actuar de manera rápida, precisa y focalizada, incluso en áreas donde otras formas de erradicación son difíciles o peligrosas.
Más allá de destruir plantíos ilícitos, la estrategia busca proteger la vida y los medios de subsistencia de las comunidades rurales, muchas veces obligadas a sembrar coca bajo presión de grupos armados. Por ello, se combina con programas de sustitución de cultivos y asistencia técnica para que los campesinos puedan transitar hacia actividades legales y sostenibles.
El Gobierno enfatiza que esta apuesta tecnológica representa un equilibrio entre la lucha contra el narcotráfico y la protección del entorno humano y ambiental, utilizando drones como herramienta para intervenir de manera responsable, segura y focalizada, priorizando siempre la seguridad de las personas y la sostenibilidad del territorio.