La Contraloría General de la República ha emitido una alerta sobre la situación financiera de la Nueva EPS, la mayor entidad prestadora de salud en Colombia, que actualmente se encuentra bajo intervención del Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Según el informe del ente de control, la Nueva EPS enfrenta un patrimonio negativo, lo que indica una grave insolvencia que compromete su capacidad para garantizar la atención a más de 11 millones de afiliados en todo el país. Además, la entidad no ha presentado sus estados financieros certificados correspondientes a 2023 y 2024, lo que dificulta la evaluación precisa de su situación económica.
Esta crisis se enmarca en un contexto más amplio de deterioro del sistema de salud colombiano, donde las deudas acumuladas de las EPS ascienden a $32,9 billones, y solo seis de las 29 EPS activas cumplen con los requisitos financieros mínimos establecidos por la ley. La intervención del Gobierno en varias EPS, incluida la Nueva EPS, no ha logrado revertir la crisis financiera ni mejorar la calidad de la atención, según la Contraloría.
La falta de liquidez y la acumulación de deudas con prestadores de servicios de salud han llevado a que clínicas y hospitales suspendan la atención a los afiliados de la Nueva EPS, trasladando la carga de la crisis directamente sobre los usuarios.
Ante esta situación, la Contraloría ha instado al Gobierno y a las autoridades competentes a tomar medidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera de la Nueva EPS y la continuidad de la atención a los afiliados