Consternación en Viotá por desaparición del sacerdote Carlos Saúl Jaimes Guerrero

Autoridades activaron plan de búsqueda y se ofrece recompensa de $10 millones por información que conduzca a su paradero.

La comunidad de Viotá permanece consternada por la desaparición en extrañas circunstancias del sacerdote Carlos Saúl Jaimes Guerrero, miembro de la orden de San Agustín y administrador de la hacienda La Cala, quien fue visto por última vez el pasado 17 de junio.

Según el reporte oficial, el vehículo del religioso fue hallado abandonado a la orilla de la carretera, cerca de la quebrada La Neivana, en la vereda La Unión, zona rural del municipio. Desde el primer momento, la Administración Municipal, en cabeza del alcalde Óscar Hernán Quiroga García, activó los protocolos de seguridad y coordinó con el Ejército Nacional y la Policía Nacional para verificar la información y avanzar en la búsqueda.

Ayer miércoles se llevó a cabo un Consejo Extraordinario de Seguridad, en el que se definieron acciones para continuar con las labores de búsqueda. Posteriormente, se reunió el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, que ordenó la activación del Puesto de Mando Unificado (PMU) para reforzar las operaciones en terreno.

Aunque preliminarmente se maneja la hipótesis de una posible acción extorsiva atribuida a delincuencia común, las autoridades aclararon que no hay evidencia suficiente para confirmar esta versión ni para hablar de una alteración del orden público.

El Gobierno Departamental de Cundinamarca anunció una recompensa de hasta $10 millones de pesos por información verídica que permita dar con el paradero del sacerdote.

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