- El entonces cabo tercero Jonathan Díaz Angulo, en su condición de instructor militar, ordenó sumergir en un pozo séptico a un joven porque supuestamente desobedecía sus órdenes.
La Fiscalía General de la Nación demostró en juicio que el exintegrante del Ejército Nacional, Jonathan Díaz Angulo, ejerció actos de violencia física y emocional en contra de un soldado bachiller del Fuerte Militar de Tolemaida, en Nilo (Cundinamarca). En ese sentido, un juez penal especializado lo declaró responsable del delito de tortura y lo condenó a 11 años de prisión.
Los hechos que motivaron la sentencia ocurrieron en marzo de 2014. El entonces cabo tercero Díaz Angulo, en su condición de instructor militar, tuvo varios enfrentamiento verbales con un soldado que había sido incorporado un año atrás. Las pruebas indican que, en retaliación por una posible desobediencia, ordenó a varios uniformados amarrar al joven de pies y manos, y
sumergirlo en un pozo séptico.
La víctima fue hundida en, por lo menos, cuatro oportunidades. De esta manera, consumió y estuvo expuesto a excremento humano, lodo, basura y otros agentes contaminantes.
Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos recopiló abundante evidencia testimonial, así como análisis médicos y psiquiátricos que dan cuenta de que el soldado bachiller sufrió una grave afectación por cuenta de los excesos del suboficial.
Asimismo, se acreditó que el hoy sentenciado abusó de la posición dominante y de autoridad que ostentaba al someter a uno de sus subalternos. Jonathan Díaz Angulo deberá cumplir la pena en la Cárcel de Alta y Mediana Seguridad de Popayán (Cauca), donde permanece privado de la libertad desde julio de 2021. El fallo es de primera instancia y en su contra proceden los recursos de ley.