El presidente Gustavo Petro ordenó la suspensión del intercambio de información entre las fuerzas de seguridad colombianas y las agencias de inteligencia de Estados Unidos, en respuesta a los recientes ataques de ese país contra embarcaciones en el mar Caribe.
A través de su cuenta en X (antes Twitter), el mandatario afirmó que “la lucha contra las drogas debe subordinarse a los derechos humanos de los pueblos caribeños”, señalando que las operaciones militares estadounidenses han causado la muerte de civiles y vulneran el derecho internacional.
La decisión representa un cambio significativo en la histórica cooperación bilateral en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico. El gobierno colombiano busca ahora centrar su estrategia en la protección de la vida y en el respeto de los procedimientos judiciales, en lugar del enfoque militar que ha predominado durante décadas.
Desde Washington, fuentes del Departamento de Estado indicaron que mantienen canales diplomáticos abiertos para “aclarar los alcances” de la medida y evitar un deterioro en la relación estratégica con Bogotá.