El país continúa consolidando su papel como referente regional en la transición energética gracias a la expansión del ecosistema del hidrógeno limpio. Según la Cámara de Hidrógeno ANDI‑NATURGAS, actualmente se cuentan 36 proyectos en distintas fases de desarrollo en todo el territorio nacional —desde la etapa conceptual hasta la ingeniería de detalle—. 
En el marco del foro H2LATAM Summit 2025, realizado en Fortaleza (Brasil), el Ministerio de Minas y Energía presentó la hoja de ruta del país para posicionarse como exportador de hidrógeno de bajas emisiones en América Latina. Entre los ejes destacados se encuentran el fortalecimiento regulatorio, la creación de hubs regionales en zonas como el Caribe, Antioquia, Valle del Cauca y La Guajira, y la colaboración con la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) para impulsar alianzas público-privadas.
Un reciente análisis revela que la capacidad de producción de hidrógeno renovable en Colombia se multiplicó por 12 entre 2023 y 2024, alcanzando las 416 toneladas al año. No obstante, aun existe una brecha: el 76 % del hidrógeno consumido sigue siendo “gris” —es decir producido a partir de combustibles fósiles—, mientras que sólo el 4 % proviene de electrólisis, la vía más limpia.
Este progreso abre oportunidades importantes: la creación de nuevos empleos, el fortalecimiento de cadenas de valor industriales, la reducción de emisiones de carbono y el posicionamiento internacional del país como centro de producción y exportación de energía limpia. A la vez, enfrenta desafíos relevantes como el desarrollo de infraestructura, la eficiencia tecnológica, la regulación vigente y la conversión real de proyectos conceptuales en operaciones industriales.
El Gobierno y los actores del sector coinciden en que Colombia está “en el momento correcto” para aprovechar su potencial en el hidrógeno, gracias a su geografía, recursos renovables, localización estratégica y compromiso con la descarbonización. Pero señalan que el éxito dependerá de una articulación efectiva entre sector público, privado y academia, así como del cumplimiento de los plazos para que los proyectos avancen de la teoría a la práctica.