La ciudad de Popayán respira con alivio tras la captura de alias ‘Jean Pol’, señalado como presunto responsable del asesinato del teniente coronel Rafael Granados, un oficial cuya pérdida dejó una profunda herida en su familia, compañeros y la comunidad.
Granados era un oficial querido y respetado, conocido no solo por su disciplina y profesionalismo, sino también por su cercanía con la comunidad, a la que protegía con dedicación y compromiso. Su asesinato fue un golpe que sacudió a Popayán y puso de relieve los riesgos que enfrentan quienes defienden la seguridad de los ciudadanos.
La detención de ‘Jean Pol’ se produjo gracias a operativos de inteligencia coordinados entre Policía y Ejército, un trabajo que, según las autoridades, refleja la importancia de llevar justicia a las víctimas y enviar un mensaje claro de que los crímenes contra la fuerza pública no quedarán impunes.
Para la familia del teniente coronel, la captura es un alivio que llega con mezcla de tristeza y esperanza: tristeza por la pérdida irreparable de un ser querido, pero esperanza de que se haga justicia y que los responsables respondan ante la ley. Para sus compañeros, la noticia refuerza el sentido de misión y recuerda la importancia de proteger la vida de quienes se juegan la suya por la seguridad de todos.
La comunidad de Popayán, conmocionada desde el crimen, ve en este hecho un paso hacia la tranquilidad y la confianza en las instituciones, aunque saben que la justicia no borrará la ausencia de Granados. Su legado de servicio y cercanía con la ciudadanía sigue vivo, y la captura de alias ‘Jean Pol’ es, al menos, un paso concreto para honrar su memoria.
