Con lágrimas que rodaron por sus mejillas, su voz entrecortada y evidentemente afectada, la Gobernadora del Tolima Adriana Magaly Matiz, en rueda de prensa que se cumplió en el salón Tolima 7 en los bajos de la Gobernación; le respondió a medios de comunicación presentes, que está jurídicamente tranquila, que confía en Dios y la Justicia y que está lista para afrontar la decisión que Dios quiera para ella; e invitó a los presentes «medios de comunicación, secretarios y compañeros de gobierno así como a las demás autoridades» a trabajar cada minuto por el departamento y por la región, no sólo con el Tour de las obras, sino que de igual manera llevando proyectos y sobre todo beneficiando a las comunidades que más lo requieran.
Es de recordar que contra la mandataria de los tolimenses, cursa en su contra una demanda por una presunta doble militancia, con la cual se busca la nulidad de su elección.
Al respecto se ha rumorado que hoy sería abordado el caso por la sala plena de la sección quinta del Consejo de Estado; por lo que tal vez en cuestión de horas o pocos días, se podría conocer sobre el futuro del gobierno «con los pies en el territorio» liderado por la hoy Gobernadora Adriana Magaly Matiz.
Sobre el particular, han sido centenares los mensajes de apoyo irrestricto a la mandataria por parte del campesinado en general, líderes, dirigentes y actores políticos, organizaciones sociales, así como ciudadanía en general, que al unísono reclaman apoyo y exigen continuidad para un gobierno histórico, en donde una mujer llega al máximo cardo de elección popular del departamento «más de 350 mil votos» y con los pies en el territorio lo está recorriendo palmo a palomo, dispuesta a darlo todo para lograr un Tolima posible, pujante, sostenible y desarrollado.
Ciudad y Región dejando de lado los protocolos y máximas periodísticas, elevamos una plegaria y hacemos votos de fe y confianza para que sea la justicia Divina la que guíe la conciencia y la conducta de los Honorables Magistrados, en la aplicación de la justicia humana, dando las garantías suficientes para que nuestro departamento siga en buenas manos.