El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil condenó al expresidente Jair Bolsonaro a 27 años y tres meses de prisión en régimen cerrado por su participación en una tentativa de golpe de Estado tras las elecciones de 2022. Cuatro de los cinco jueces de la Primera Sala votaron a favor de la condena, marcando un hecho histórico: es la primera vez que un expresidente brasileño recibe una pena por intentar subvertir el orden democrático.
La sentencia detalla que Bolsonaro utilizó estructuras estatales y su influencia política para generar inestabilidad y mantener el poder, afectando gravemente la institucionalidad y la confianza ciudadana. Además de la prisión, se le impuso una multa equivalente a 124 días, calculada sobre dos salarios mínimos por día.
Otros siete implicados en la trama golpista también fueron condenados, entre ellos el general Walter Braga Netto (26 años) y el exministro de Justicia Anderson Torres (24 años). Un colaborador, Mauro Cid, recibió dos años de prisión en régimen abierto por su cooperación con las investigaciones.
La defensa del expresidente manifestó su desacuerdo con la sentencia, calificándola de “excesiva y desproporcionada”, y anunció que apelará la decisión ante instancias nacionales e internacionales.
Esta condena representa un hito para Brasil y reafirma el compromiso del país con la defensa de la democracia y el Estado de derecho, enviando un mensaje claro sobre la responsabilidad de quienes intenten socavar las instituciones.