En un golpe contundente contra las economías ilícitas, la Policía Nacional de Colombia y la Fiscalía General de la Nación materializaron la ocupación de 431 bienes pertenecientes a diversas organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico, la minería ilegal y otras actividades ilícitas, distribuidos en nueve departamentos del país.
La operación, desarrollada bajo la coordinación de ambas instituciones, consistió en siete allanamientos simultáneos y procesos de extinción de dominio en distintos puntos del territorio nacional. Con esta acción, las autoridades lograron afectar el patrimonio de estructuras delincuenciales y grupos armados organizados, que utilizaban sus bienes para ocultar ganancias producto de actividades criminales.
Según las autoridades, la medida no solo representa un impacto económico directo sobre el crimen organizado, sino que también busca desarticular las redes financieras que sostienen la violencia y la inseguridad en el país. Entre los bienes incautados se incluyen inmuebles, vehículos y cuentas bancarias, todos puestos a disposición de la justicia para su gestión legal.
