En un recorrido por las tarimas y graderías, desde la Plaza de Bolívar hasta la carrera Quinta con calle 39, la Alcaldía encontró una estructura que no cumplía con los permisos de espacio público, ni con las autorizaciones de instalación.
De esta manera, se procedió al desmonte ya que se hallaron elementos oxidados, soportes metálicos amarrados con alambres, tablas con avanzado deterioro y un desnivel que colocaba en riesgo la integridad física de las personas.
“Identificamos que no cumplía con las condiciones de seguridad y era un andamio de construcción que iba a ser utilizado como tarima. Le solicitamos al propietario el desmonte voluntario por no acatar ni cumplir con las condiciones reglamentarias”, dijo Jessica Salcedo, secretaria de Ambiente y Gestión del Riesgo.
La inspección y verificación continuará para garantizar el cumplimiento en estas estructuras livianas, que deben tener contar con especificaciones técnicas como diseño, certificaciones de profesionales idóneos y protocolos de instalación y cimentación en estos espacios.