El gobierno de Gustavo Petro, ante la creciente tensión diplomática con la administración de Donald Trump, habría decidido recurrir a expresidentes, gremios y excancilleres para manejar la situación. En un giro estratégico, la Casa de Nariño confirmó que el expresidente Álvaro Uribe fue contactado por la canciller entrante, Laura Sarabia, con el fin de explorar soluciones para resolver la crisis bilateral.
Uribe, por su parte, afirmó que recibió un mensaje de una persona ajena a la política, quien le comunicó que la canciller requería una conversación urgente. Aunque el expresidente no ofreció más detalles sobre el contenido de la charla, la comunicación fue vista como un intento del gobierno de Petro por suavizar las relaciones con EE. UU. y garantizar la estabilidad política ante el contexto de fricciones recientes, especialmente tras las medidas tomadas por Trump hacia Colombia.