Las autoridades confirmaron este domingo la muerte de Jhon James Ararat, conocido como alias “Veneno”, durante una operación conjunta de la Policía Nacional, la Fuerza Aérea y la Fiscalía en la zona rural de Buenos Aires, Cauca.
“Veneno” era un actor clave dentro de la estructura disidente Jaime Martínez, vinculada al Estado Mayor Central (EMC) de las FARC. Su papel incluía la coordinación financiera del grupo y la capacitación de otros miembros en tácticas avanzadas, incluyendo el uso de drones y explosivos.
Con un historial de más de 15 años en grupos armados, estuvo inicialmente en el Frente 6 y la Columna Móvil Miller Perdomo de las antiguas FARC‑EP, antes de reincorporarse a la actividad criminal tras abandonar el proceso de paz en 2020.
Las autoridades consideran su neutralización un golpe estratégico al debilitamiento de las disidencias en la región. El general William Rincón, director de la Policía Nacional, resaltó que “Veneno” participó en la planificación de ataques contra la Fuerza Pública y en la formación operativa del grupo. Por su parte, el presidente Gustavo Petro destacó la coordinación interinstitucional como clave para disminuir la amenaza criminal en Valle y Cauca.
En las comunidades locales, su abatimiento genera alivio y esperanza, aunque persisten dudas sobre el futuro de la seguridad en la región. Para muchos habitantes, la caída de “Veneno” representa no solo la neutralización de un criminal, sino un paso hacia la recuperación de la tranquilidad en zonas afectadas por décadas de conflicto.
